jueves, 16 de diciembre de 2010

GUANAHANI


SUEÑO Y PESADILLA DE CRISTÓBAL COLÓN
Versión preliminar






Pablo Brito Altamira


© Pablo Brito Altamira 2005









ESCENA INTRODUCTORIA.

LECHO DE MUERTE DE COLÓN, RODEADO DE FAMILIARES, AMIGOS, NOTARIO Y TESTIGOS.



VOZ OFF: (COMO LETANÍA DE FONDO MIENTRAS SE COMPONE Y DESARROLLA LA ESCENA.)

    «En la noble villa de Valladolid, a diez y nueve días del mes de Mayo, año del naçimiento de Nuestro Salvador Jhesucristo de mil e quinientos e seis años, por ante mí, Pedro de Inoxedo, escrivano de cámara de Sus Altezas y escrivano de provinçia en la su corte e chançillería e su escrivano e notario público en todos los sus reinos e señoríos, e de los testigos de yuso escritos, el señor don Cristóbal Colón, Almirante e Visorrey e Governador General de las islas e tierra firme de las Indias descubiertas e por descubrir que dixo que era estando enfermo de su cuerpo, dixo que, por cuanto él tenía fecho su testamento por ante escrivano público, qu'él agora retificava e retificó el dicho testamento, e lo aprovava e aprovó por bueno, y si necesario era lo otorgava e otorgó de nuevo…. E agora añadiendo el dicho su testamento, él tenía escrito de su mano e letra un escrito que ante mí el dicho escrivano mostró e presentó, que dixo que estava escrito de su mano e letra, e firmado de su nombre, qu'él otorgava e otorgó todo lo contenido en el dicho escrito, por ante mí el dicho escrivano, segund e por la vía e forma que en el dicho escrito se contenía, e todas las mandas en él contenidas para que se complan e valgan por su última y postrimera voluntad. E para cumplir el dicho su testamento qu'él tenía e tiene fecho e otorgado, e todo lo en él contenido, cada una cosa e parte d'ello, e nombrava e nombró por sus testamentarios e complidores de su ánima al señor don Diego Colón, su hijo, e a don Bartholomé Colón, su hermano, e a Juan de Porras, tesorero de Vizcaya, para qu'ellos todos tres complan su testamento, e todo lo en él contenido e en el dicho escrito e todas las mandas e legatos e obsequias en él contenidas. Para lo cual dixo que dava e dio todo su poder bastante, e que otorgava e otorgó ante mí el dicho escrivano todo lo contenido en el dicho escrito; e a los presentes dixo que rogava e rogó que d'ello fuesen testigos. Testigos que fueron presentes, llamados e rogados a todo lo que dicho es de suso: el bachiller Andrés Mirueña e Gaspar de la Misericordia, vecinos d'esta dicha villa de Valladolid, e Bartholomé de Fiesco e Álvaro Péres, e Juan d'Espinosa e Andrea e Fernando de Vargas, e Francisco Manuel e Fernán Martínez, criados del dicho señor Almirante. Su tenor de la cual dicha escritura, qu'estava escrita de letra e mano del dicho Almirante, e firmada de su nombre, de verbo ad verbum, es este que se sigue…

ENTRAN HOMRE Y MUJER CONTEMPORÁNEOS


MUJER CONTEMPORÁNEA:
¿Qué dejarás, Cristóbal? ¿Violaciones, muerte, saqueos? ¿Esa fue tu conquista?

HOMBRE CONTEMPORÁNEO:
Ni descubriste el camino al Cipango y al Catay de Marco Polo, ni la ruta a la Indias.
Ni llegaste a liberar el Santo Sepulcro, como prometiste en tus delirios, ni cristianizaste las tierras prometidas. A menos que cristianizar haya sido para ti propagar por el nuevo mundo la costumbre de crucificar a los inocentes.

MUJER CONTEMPORÁNEA:
¿Qué tienes que decir en tu favor, Cristóforo Colombo?

HOMBRE CONTEMPORÁNEO:
¿Era ese al menos tu verdadero nombre?  ¿No es pretencioso el pseudónimo que escogiste? Cristophoro Columbus… “Paloma portadora de Cristo”… ¡Tienes la palabra!






ESCENA 1.

COLÓN PASEA DE UN LADO A OTRO DE SU CAMAROTE.

VOCES OFF:


No llegaremos…se acaba la comida…casi no queda agua…no llegaremos…ha sido una locura del genovés…él y su puta católica nos han prometido el cielo y nos llevan derecho al infierno…en cualquier momento se acabará la mar océano y nos precipitaremos en el vacío…no queda agua…ni siquiera queda vino…no llegaremos

COLÓN:

¿Qué debo contaros del día de hoy, majestad? ¿Escribiré en la bitácora palabras hermosas para que os solacéis a mi regreso?
Ya os veo en vuestro palacio, rodeada por vuestras ayas y sirvientas leyendo el diario de Colón: “La verídica aventura de Cristóforo Colombo, enviado de S.M. la Reina Católica de Castilla y Aragón, liberadora de España, terror de los infieles, por gracia del Altísimo”…
“¡Qué valiente caballero!” dirá una… “¡Qué temple! ¿Cómo habrá podido mantener la serenidad en circunstancias tales? ¡Con el mar infinito delante, lleno de dragones y sirenas…al mando de su tripulación de audaces marineros…!”

Ni audaces ni marineros, salvo dos o tres de ellos, Majestad…pero esas son cosas que no conviene que vuestros delicados oídos escuchen, porque a través de ellos escucha el pueblo y escuchará la Historia…es preciso que relate mis suplicios como si fueran hazañas y mis miedos como si fueran coraje…así me juzgarán luego por valiente y no por cobarde y me impondrán la sentencia que conviene a los valientes, que es siempre la pena capital…

SE SIENTA Y ESCRIBE:
COLÓN OFF:

In Nomine Domini Nostri Jesu Christi.

Porque, cristianísimos y muy altos y muy excelentes y muy poderosos Príncipes, Rey y Reina de las Españas y de las islas de la mar, Nuestros Señores, este presente año de 1492, después de Vuestras Altezas haber dado fin a la guerra de los moros que reinaban en Europa y haber acabado la guerra en la muy grande ciudad de Granada, adonde este presente año a dos días del mes de enero por fuerza de armas vi. poner las banderas reales de Vuestras Altezas en las torres de la Alhambra, que es la fortaleza de la dicha ciudad y vi salir al rey moro a las puertas de la ciudad y besar las reales manos de Vuestras Altezas y del Príncipe mi Señor, y luego en aquel presente mes, por la información que yo había dado a Vuestras Altezas de las tierras de India y de un Príncipe llamado Gran Can (que quiere decir en nuestro romance Rey de los Reyes), como muchas veces él y sus antecesores habían enviado a Roma a pedir doctores en nuestra santa fe porque le enseñasen en ella, y que nunca el Santo Padre le había proveído y se perdían tantos pueblos creyendo en idolatrías o recibiendo en sí sectas de perdición…”

SE LEVANTA Y ESCANCIA VINO EN UNA COPA.

¡Qué estilo! Si no paso a la historia por descubridor de la nueva ruta a Catay lo haré al menos como el mayor farsante de cuantos hayan tomado pluma en su mano para alabar a los poderosos…. (MIRA HACIA ARRIBA) ¡Señor! ¿Hay que pagar siempre este precio por el pecado de haber nacido con ojos en un siglo de ciegos? ¿Qué dirán de mí los hijos de centurias futuras? Unos me juzgarán por lo que hice y otros por lo que dejé de hacer…lo que es seguro es que no perdonarán mi osadía, porque cualquiera que se atreve a cualquiera cosa es ejemplo vivo de la cobardía de quienes no se atreven a nada…

Pero no puedes quejarte Cristóforo…tienes lo que buscaste y porque buscaste has encontrado… ¿Quién te quitará las delicias de tu aventura? ¿Qué otro hombre podrá sentirse más afortunado que el que obtuvo el favor de la soberana más poderosa de la tierra?



ENTRA ISABEL


ISABEL: ¡Cristóbal! ¿Estáis aquí?

COLÓN: Aquí estoy, Majestad…ojos tan bellos como los vuestros no pueden mentir…y boca tan agraciada, en la cual hasta mi nombre pronunciado en jerga vulgar castellana suena  a melodía divina…

ISABEL: (ENTRE DIVERTIDA Y OFENDIDA)  Cristóbal es más sonoro que Cristóforo…y en mi pobre latín no sabría encontrar las palabras justas para hablar de…

COLÓN: para hablar de amor dicen que el castellano vuestro está hecho…

ISABEL: (FINGE RUBORIZARSE) Sois a veces demasiado audaz…Signore…

COLÓN: ¿Más audaz que la dama que ha ahuyentado al feroz sarraceno como quien espanta gallinas en un corral? Ninguna audacia es demasiado grande para una reina como vos…

SE ACERCA Y LE BESA LA MANO. ELLA LO MIRA CON TERNURA Y QUEDA CONGELADA COMO ESTATUA EN UNA REPENTINA OSCURIDAD.

COLÓN: (PARA SI) ¿Habrá mujer que no dé cualquier cosa  a cambio de un requiebro, un elogio, una caricia a su vanidad…? Otros debieron vencer a poderosos y fieros guerreros en el campo sangriento de la batalla…a mí me toco vencer, para obtener mi pequeña victoria, la resistencia ancestral con que las hembras ponen murallas más altas que las de ninguna fortificación entre ellas y quienes las pretenden…puedo entenderlo, si me esfuerzo: las mujeres tienen un solo poder, que es el poder de resistirse…

ISABEL SE DESCONGELA Y VUELVE A LA LUZ

ISABEL: Tendréis que asegurarme de que el apoyo que os daré no será en vano…

COLÓN (APARTE)  Viene a ser como decir que debo asegurarle que la preñaré de cierto la noche de la boda… (A ISABEL) Si la fe mueve montañas, Majestad, ¿Por qué no habría de mover continentes?

ISABEL: A veces me confunden vuestras palabras, Señor…me parece que decís una cosa y tenéis otra en mente… ¿Si pudiéramos mover continentes, para que habríamos de navegar hacia ellos?....Proseguiremos en un momento, esperadme aquí, debo atender asuntos urgentes.

SALE


COLÓN: Siempre plantaba sus banderillas y se escabullía a continuación, como he visto hacer a esos paisanos que juegan con los toros en el campo… ¡Dios me libre de estar en el lugar de su consorte…! ¡El pobre Fernando!…nadie se acordaría de él si no fuera porque ella lo escogió como esposo para unificar los reinos y permitirse las aventuras militares sin las cuales no habrías saciado su sed de gloria.
Pero sin ello no estaría yo aquí…extraño el camino que he debido recorrer, desviándome cada vez más para acercarme…mintiendo cada vez más para poder expresar algo de la verdad…

Si esta aventura llega a término y un día los cronistas hablan de este encuentro que yo mismo no podré relatar por pudor y por sensatez, ya que me jugaría la vida en ello si lo hiciera, espero que entiendan que nadie puede conquistar de una mujer ningún favor si no conquista primero su corazón, como si el lance fuera de amor.

Ella tenía que sentirse cortejada, de otro modo el asunto no tendría interés… no era el botín lo que podía moverla o conmoverla, sino la gloria de sentirse amada por aquel que era capaz de conquistar para ella dicho botín…Mientras más alto está una mujer, más solitaria se encuentra, porque ¿Quién osaría cortejar a una Reina?

ISABEL ENTRA

ISABEL:…Sólo un loco, amigo mío, se atrevería a vapulear a los teólogos como dicen que habéis hecho vos (RIE)…me acabo de enterar de vuestro encuentro con los inquisidores…o sois un orate o sois de verdad Cristóforo Columbus…la paloma enviada de Cristo, como os llamaban para mofarse de vos…¿Es vuestro verdadero nombre o un simple ardid? Sois un hombre indescifrable, en verdad.

COLÓN: Tal vez sea eso lo que os atrae…no hay enigma que no hayáis descifrado…

ISABEL: ¿¡Cómo os atrevéis siquiera a pensar que me siento atraída por vos!?

COLÓN: No hablaba de mí, sino del enigma.

ISABEL: Escuchad bien. Estos  muros son de piedra sólida, y aún si las paredes oyen es seguro que nadie ha visto hablar a una pared. Mis palabras quedarán sepultadas aquí y en vuestro corazón, si en algo apreciáis vuestra propia vida.
Soy reina de Castilla y Aragón y mis escribas me llaman Su Majestad Católica, pero sabed una cosa: soy primero que eso una moza castellana con fuego en la sangre y la naturaleza no ha sido avara conmigo en el reparto de sus gracias.
Desde que entré en la pubertad advertí, porque no soy ciega, que no había hombre, a excepción de mi padre y mis hermanos, que no sintiera por mí alguna clase de deseo. Y aprendí temprano que puedo resistirme sin por ello apagar del todo la esperanza de los que quisieran devorarme…os aseguro que muchos lo harían si no temieran que el castigo será mil veces más doloroso que el placer que obtendrían…y yo me comporto como quien exhibe un jugoso jamón frente a leones enjaulados…harán cualquier cosa que yo ordene con tal de poder al menos solazarse con el aroma que desprende…entendí muy temprano que los hombres son bestias con una mínima pizca de espíritu…¿Por qué pensáis que me río de los inquisidores? Porque debajo de esos austeros hábitos ocurren cosas cuando están en mi presencia, cosas que ellos piensan que me pasan desapercibidas. Y es bueno que sigan creyendo eso…Sé que a vos tampoco os soy indiferente: he visto la manera en que el movimiento de vuestras manos al hablarme intenta disimular otros movimientos…pero tenéis razón…hay algo que me atrae…y es que tenéis un deseo mucho más grande que el que podréis nunca tener por una mujer, incluso si esa mujer es bella y es joven y es reina…esa tierra de vuestra leyenda, esa Catay legendaria es mi rival: al fin he encontrado a un hombre que sienta mayor atracción por algo que por mi belleza o mi poder.
Y por ello os ayudaré a conquistarla. Vuestra conquista será así también mía. Porque también yo busco algo que es mucho más grande y más espléndido que las  vergas de los mozos en celo, que desde que era pequeña me hacían reír cuando mis compañeritas de juego se santiguaban tras los arbustos para disimular su deseo…las mujeres hemos sido siempre esclavas del deseo de los hombres y por eso hemos disimulado el nuestro…puede que llegue un día en que lo manifestemos con la misma falta de pudor que ellos lo hacen…y ese día cambiaremos una esclavitud por otra, porque nos volveremos esclavas de los hombres como son ellos hoy esclavos de nosotras.

COLÓN: Sin vos no puedo culminar mi misión, Majestad…en eso soy vuestro esclavo

ISABEL: Y lo seréis hasta la muerte. Porque vos sois sólo un navegante y yo soy una reina, y eso no cambiará.

COLÓN (SE LE ACERCA):

Antes y primero que navegante soy también un mozo genovés con fuego en las venas…

ISABEL (SE DEJA ACARICIAR, LO BESA A SU VEZ)…

Tendréis una pequeña primicia…pero no os daré el tesoro completo hasta que no me traigáis el que me habéis prometido.


ESCENA 2.


AVERÍA DE LA PINTA. COLÓN CORRE POR CUBIERTA DE LA SANTA MARÍA, DANDO ÓRDENES Y VOCES DE UN BARCO A OTRO. AGITACIÓN.

VOZ OFF: Lunes, 6 de agosto. Saltó o desencajose el gobernario a la carabela Pinta, donde iba Martín Alonso Pinzón, a lo que se creyó y sospechó por industria de un Gómez Rascón y Cristóbal Quintero, cuya era la carabela, porque le pesaba ir en aquel viaje; y dice el Almirante que antes de que partiese habían hallado en ciertos reveses y grisquetas como dicen, a los dichos.

COLÓN: ¿Acaso no se puede confiar en nadie? ¿Qué extraña cosa que se hace pasar por alma habita en el interior de mis semejantes? ¿Seré yo el responsable de las  deslealtades por mostrar yo mismo lealtad a la vida  y a mi proyecto? ¿Ofendo acaso la debilidad ajena intentando ser fuerte? Tal vez no halle respuesta en esta vida…tal vez sea éste un acertijo que no admite solución alguna…pero algo hay cierto, como que la estrella polar brilla en el norte, y es que este viaje continuará, con lealtad o sin ella.

ENTRA UN MARINO CON MAPA, BRÚJULAS Y COMPASES.
COLÓN Y  ÉL CONFERENCIAN.

VOZ OFF: “Tomaron los pilotos el Norte marcándolo, y hallaron que las agujas noroesteaban una gran cuarta, y temían los marineros y estaban penados y no decían de qué. Conociolo el Almirante; mandó que tornasen a marcar el Norte en amaneciendo, y hallaron que estaban buenas las agujas. La causa fue porque la estrella que parece hace movimiento, y no las agujas. “

SALE MARINO. COLÓN PERMANECE UN RATO OTEANDO EL HORIZONTE.
ENTRA FRAILE.

FRAILE: ¿Requeristeis mi presencia, Almirante?

COLÓN: Quería confesarme, padre.

FRAILE: ¿Qué pecado puede cometerse en medio del mar? Os confesasteis antes de partir…

COLÓN: El pecado más grande, padre: el pecado de soberbia.

FRAILE: Sólo la soberbia puede haceros pensar que vuestro pecado es tan grande… ¿No creéis? En resumidas cuentas, como deben ser de resumidas las cuentas de los marinos, no hay más que tres pecados posibles.

COLÓN: ¿A saber?

FRAILE: El primero es la mentira, pero no os tengo por hombre de dobleces; no al menos con vos mismo, que es lo que en verdad cuenta.

COLÓN: Seguid, os lo suplico.

FRAILE: Los otros dos pecados son la indolencia y la impaciencia. Por el último nos echaron del Paraíso y por el primero dejamos de esforzarnos por volver a él.

COLÓN: Indolente no he sido nunca.

FRAILE: Entonces pecáis de impaciencia…es el deseo de ver los resultados ya, lo que hace que vuestra fe se quebrante y con ella vuestra esperanza y vuestro amor por los demás, a quienes acusáis de indolentes. En el fondo sois algo indolente con el dolor de los demás: juzgándolos de acuerdo a vuestra medida los encontráis inferiores…

COLÓN: De allí que hablo de soberbia.

FRAILE: Sí, Pero acusarse de soberbia es una soberbia estupidez. El humilde no pierde tiempo en acusarse…sigue adelante con humildad y deja a Dios la tarea de juzgarlo.
¿Recordáis cuando llegasteis a la Rábida? Veníais como mendigo, con vuestro hijo pequeño. Fortuna o  Providencia de que hallasteis allí, donde menos lo buscabais, a alguien que os escuchó….
Rezad un padre nuestro y volved a vuestra labor, que yo vuelvo a la pitanza que vuestro mensajero interrumpió con la urgencia de vuestra soberbia.
(HACE SEÑAL DE LA CRUZ  DE MANERA DESPREOCUPADA)…Ego te absolvo in  nomine pater, etc. etc.

SALE.



ESCENA 3.

SALAMANCA.
COLÓN FRENTE A LOS SABIOS.
MULTITUD SE APIÑA EN LOS ALREDEDORES PARA OBSERVAR.
COLÓN EN EL MEDIO, COMO UN ACUSADO EN UN JUICIO, RESPONDE A LAS PREGUNTAS.

INQUISIDOR: O sea que la tierra (GOLPEA CON LOS PIE EN EL SUELO Y CAMINA DE UN LADO A OTRO HACIENDO JUEGO DE EQUILIBRISTA PARA MOFARSE) no es plana como siempre hemos pensado…sino que es redonda

( ENTRA BUFÓN QUE CORRE SOBRE GRAN PELOTA HACIENDO CABRIOLAS. LA MULTITUD RIE Y GRITA.)

Y si sigo caminando hacia poniente, pasada Lisboa y los mares allende, en algún punto me encontraré cabeza abajo como si me ahorcaran por los pies…. (BUFÓN HACE PANTOMIMA ILUSTRATIVA) ¿Es eso?

MULTITUD: ¡Ahorcadlo ya! ¡Ahorcadlo! ¡Que le ahorquen!

INQUISIDOR: …Y los hombres del otro lado andan con los talones hacia arriba y la cabeza colgando…Y los árboles crecen hacia abajo… ¿Y llueve hacia arriba?

BUFÓN: (JUEGA CON PARAGUAS) ¡Hacia arriba!


INQUISIDOR: ¿Acaso os atrevéis a desmentir al Padre San Agustín?

COLÓN: No os desmiento a San Agustín, pero os recuerdo a Ptolomeo…

BUFÓN: ¡Yo también te lo meo! (RISAS)


MULTITUD: (COREANDO) ¡Te lo meo! ¡Te lo meo!  (RISAS)

COLÓN: No os pido que creáis en mí, sino en vuestros ojos… ¿Por qué los barcos desaparecen en el horizonte?

BUFÓN: ¿Porque se pierden de vista? (RISOTADAS)

INQUISIDOR: Está escrito:” Si tu ojo te hace pecar, arráncatelo.”

COLÓN: También está escrito:
  "La lámpara del cuerpo es el ojo: así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz." Y además:” Nadie enciende una lámpara para esconderla o taparla con un cajón, sino que la pone en un candelero para que los que entren vean la claridad. “

INQUISIDOR: ¡No será un marinero quien venga a darnos lecciones de teología!

COLÓN: Hablo de geografía, Eminencia, sólo de geografía…

INQUISIDOR: ¿Pretendéis saber más geografía que Dios, que creó el cielo y la tierra?

BUFÓN: ¡Sabe más que Dios! Si sabe tanto debe ser muy sabroso…mmmmm! ¿Cómo quedará asadito en la hoguera??????

MULTITUD: ¡A la hoguera!!!!

ENTRA ISABEL.
TODOS SALEN MENOS COLÓN.

¿Qué decís a eso, navegante? ¿Sabéis más que Dios?

COLÓN: Más que Dios, no, Majestad. Pero  más que un labriego castellano que no ha visto el mar en su vida, sí.

ISABEL: ¡Cuidado! No olvidéis que soy castellana.

COLÓN: Sí. Pero os vi en Málaga, frente al mar…entregando un tapete bordado por vuestras propias manos a los sacerdotes del Templo del Santo Sepulcro…para que lo pusieran en el ara en Jerusalén…

ISABEL: (SE CONMUEVE PROFUNDAMENTE Y BAJA LA VISTA) Era lo menos que podía hacer… ¡Los pobres! Amenazaban con cortarles la cabeza uno a uno si no abandonábamos la guerra en España

COLÓN: ¡Majestad! Si mi viaje tiene éxito tendréis una ruta mucho más corta a Tierra Santa… ¡La liberaremos juntos para toda la Cristiandad!

ISABEL: Veo que sois tan devoto como yo…lo que no sé es si sois sensato…

COLÓN: ¿Os recomendaron vuestros consejeros que atacarais Granada?

ISABEL: No. Me dijeron que era una locura y una temeridad.

COLÓN: ¿Veis ahora de lo que os hablo?



ISABEL: ¡Como el sol que brilla sobre el Guadalquivir en esta villa de Santa Fe!


COLÓN: Santa Fe. ¿Os dice algo ese nombre?

ISABEL Y COLÓN SE ACERCAN. 


ESCENA 4.


TRAVESÍA. MAR PICADO.

VOZ OFF: “Domingo, 9 de septiembre
Anduvo aquel día diecinueve leguas, y acordó contar menos de las que andaba, porque si el viaje fuese luengo no se espantase y desmayase la gente. En la noche anduvo ciento veinte millas; a diez millas por hora, que son treinta leguas. Los marineros gobernaban mal, decayendo sobre la cuarta del Nordeste, y aun a la media partida: sobre lo cual les riñó el Almirante muchas veces. “

VOCES:

La paga no alcanza
Queremos mas vino
Ni el reino, ni nada
¡Queremos Pitanza!

Llenar la panza
Dinero, putas, jaleo
No somos almirantes
Somos marineros

Jajajajajaaja

COLÓN EN CUBIERTA. ENTRA OFICIAL.

OFICIAL: (Juan de la Cosa) Mis cálculos dicen que no llegaremos

COLÓN: Entonces, calculad de nuevo.

OFICIAL: Os pido conciencia, Señor;  sólo es conciencia el conocimiento de nuestras limitaciones…



COLÓN: (FURIOSO)  ¡Lamentaciones queréis decir! ¡ Quejas de vieja…mirad hacia delante, mirad hacia arriba…o tiraos por la borda, la mar es ancha y no pide nada a cambio!

OFICIAL: La tripulación está cansada y asustada, Señor…temo que….

COLÓN: ¡Si teméis, temed vos solamente! ¿Qué queréis? ¿Agregar más temor al temor existente? Cansados y asustados están desde que nacieron…sólo dejan el miedo y el cansancio de lado cuando se emborrachan y fornican…

OFICIAL:
¡Algo tengo que decirles, Almirante!

COLÓN: Decidles eso: que fornicarán y se emborracharán a gusto cuando toquemos tierra, y que sólo tocaremos tierra si hacen su trabajo.

OFICIAL: ¡Si digo eso seré el escarnio de la armada!

COLÓN: Lo seréis de todas formas, descuidad…todos lo seremos algún día…no se emprende nunca el camino a la verdad sin emprender al mismo tiempo el camino del calvario. ¡A trabajar! ¡Fuera de mi vista!

OFICIAL SALE.



ESCENA 5.

DESEMBARCO. PLAYA DE GUANAHANI.
ESCENA DE SUEÑO, FANTÁSTICA Y SURREAL.


VOZ OFF:
“A las dos horas después de media noche pareció la tierra de la cual estarían dos leguas .Amañaron todas las velas, y quedaron con el treo, que es la vela grande sin bonetas, y pusiéronse a la corda, temporizando hasta el día viernes, que llegaron a una islita de los Lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahani. Luego vinieron gente desnuda, y el Almirante salió a tierra en la barca armada, y Martín Alonso Pinzón y Vicente Yáñez, su hermano, que era capitán de la Niña. Sacó el Almirante la bandera real y los capitanes con dos banderas de la Cruz Verde, que llevaba el Almirante en todos los navíos por seña, con una F y una Y: encima de cada letra su corona, una de un cabo de la cruz y otra de otro. Puestos en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a Rodrigo de Escobedo, escribano de toda el armada, y a Rodrigo Sánchez de Segovia, y dijo que le diesen por fe y testimonio cómo él por ante todos tomaba, como de hecho tomó, posesión de la dicha isla por el Rey y por la Reina sus señores, haciendo las protestaciones que se requerían, como más largo se contiene en los testimonios que allí se hicieron por escrito.
Luego se ajuntó allí mucha gente de la isla. “


UN INDÍGENA SE ACERCA A COLÓN COMO UN PERRO QUE OLFATEA Y LE OBSERVA LOS FALDONES.
SALE CORRIENDO HACIA EL GRUPO DE INDIOS E INDIAS QUE LO ESPERAN REZAGADOS Y ASUSTADOS. COMENTA ALGO CON ELLOS Y TODOS RÍEN.

VOZ OFF:
“Creían que llevaban ropa para esconder la cola. “Hombres con rabo” los llamaban.

OTRO INDÍGENA SE ACERCA A UN SOLDADO QUE TIENE LA ESPADA DESENVAINADA Y SE LA MUESTRA. INDÍGENA TOCA FILO DE LA ESPADA Y SE CORTA.

SOLDADO:
¡Cuidado!

VOZ OFF:
“Y también descubrieron que sus varas eran ardientes y mordían…

INDÍGENA HERIDO CORRE CHILLANDO. OTROS LO RODEAN Y OBSERVAN SU HERIDA.

INDÍGENAS, A CORO: ¡Cuidado! ¡Cuidado!

ESCENA 6


VALLADOLID. LECHO DE MUERTE. COLÓN  SENTADO EN SU CAMA, CON LIBROS Y PAPELES, SOLO.
ENTRA INDÍGENA, SEMIDESNUDA.
SE ACERCA, SE SIENTA JUNTO A ÉL EN LA CAMA Y LO ACARICIA.

COLÓN.
¿Recuerdas las palabras del truhán ese? ¿Cómo se llamaba? Un noble italiano, paisano mío, el tal Cuneo:

BUSCA ENTRE LOS PAPELES. LEE:

"..... Capturé una mujer Caribe muy hermosa, la cual el almirante me otorgó, y con quien..... concebí el deseo de obtener placer. Quería poner mi deseo en ejecución pero ella no quiso y me arañó con sus uñas de un modo que deseé que nunca hubiera empezado. Pero viendo esto, tomé una cuerda y la castigué bien......finalmente nos pusimos de acuerdo".

¡La cual el Almirante me otorgó!

¿Qué podía yo otorgar o prohibir? Necesitaban una excusa y yo era la única excusa posible, porque ni siquiera ustedes ponían resistencia…

Guacanarí me lo explicó después, cuando regresé y me encontré con que los treinta y nueve que había dejado en La Navidad estaban muertos.

Ustedes les  brindaron mujeres a los 39 infelices.  Esto era una costumbre  entre los Taínos, pero nosotros entendimos que si nos regalaban una mujer podíamos tomar a cualquier mujer. Tardamos mucho en entender que las mujeres con nagua estaban casadas y que los maridos celosos son tan fieros aquí como en cualquier parte.

No culpo a los marineros. ¿Se puede imaginar un marinero de cualquier país o creencia, que después de un mes de navegar por el mar, no se aprovecharía de una bienvenida que incluye mujeres desnudas sin ningunas prohibiciones…?

Lo que en verdad creyeron, y creí yo también, cuando te conocí (LA ACARICIA) era que habíamos llegado al paraíso.




INDIGENA ACARICIA LAS MUÑECAS DE COLÓN. HACE GESTO COMPUNGIDO, PARA RECORDARLE LOS GRILLETES.



COLÓN: (SONRIENDO) Sí, me prendieron y me encadenaron…me echaron del Paraíso, como era de esperar…a todos nos echaron…pero no fue por ti, pequeña: los míos son crueles y despiadados entre ellos…a parte de fornicar, lo único que les interesa es la riqueza y el poder…no puedo decir que haya estado libre de ese pecado.

VOZ OFF: “…mandaron Vuestras Altezas a mí que con armada suficiente me fuese a las dichas partidas de India; y para ello me hicieron grandes mercedes y me ennoblecieron que dende en adelante yo me llamase Don, y fuese Almirante Mayor de la Mar Océana y Virrey y Gobernador perpetuo de todas las islas y tierra firme que yo descubriese y ganase, y de aquí en adelante se descubriesen y ganasen en la Mar Océana, y así me sucediese mi hijo mayor, y así de grado en grado para siempre jamás. Y partí yo de la ciudad de Granada a doce días del mes de mayo del mismo año de 1492…”



COLÓN: Sí; yo tuve el poder…todo el poder, ese fue mi error. Quizás debí morir en el mismo momento de pisar tierra…

(ELLA LO ACARICIA Y LE TAPA LA BOCA…SOLLOZA, HACIENDO GESTO DE QUE NO DIGA ESO)

Mi misión no era gobernar, sino descubrir…pensé que gobernaría mejor que ellos, pero no: nadie gobierna bien: el gobierno y el bien están reñidos.

ESCENA 6B.

COLÓN, ENCADENADO,  ES ENTREGADO A LAS AUTORIDADES EN CÁDIZ. LA MULTITUD LO OBSERVA CONMOVIDA. ENTRA BOBADILLA POR UN LADO  E ISABEL  Y FERNANDO POR OTRO.
BOBADILLA SE ACERCA A FERNANDO Y SECRETEA CON ÉL, MIENTRAS QUE ISABEL SIGUE DE CERCA DE COLÓN DISIMULANDO SU PENA Y SU INDIGNACIÓN.

COLÓN  OFF: “Tal es el mal nombre que he adquirido, que si fuera a edificar hospitales e iglesias, le llamarían cavernas de ladrones.
Mucho he sentido que se enviase a investigar mi conducta a una persona que sabía que si era posible enviar a España cargos que pareciesen serios me sucedería en el mando.
Se me juzgó como a un gobernador que ha sido enviado a hacerse cargo de una ciudad bien regulada, bajo el gobierno de bien establecidas leyes, donde no había peligro de que todo  se desordenase y arruinase: pero se me debía juzgar como a un capitán enviado a someter gentes numerosas y hostiles, de costumbres y religión diferentes de las nuestras, y que no vivían en ciudades, sino en forestas y montañas.

Se debía considerar que yo traje todas éstas a la sujeción de sus Majestades, dándoles dominio sobre otro mundo, por lo cual España, hasta ahora pobre, se ha enriquecido súbitamente.”

ISABEL SE ACERCA A FERNANDO Y LO INCREPA.
BOBADILLA SE ALEJA UN POCO.

ISABEL (A FERNANDO) Tú eres quien ha tramado esto ¿Verdad?

FERNANDO: ¿Cómo te atreves a desconfiar de mí? Se ha enviado a un representante del Reino a buscar y rendir cuentas sobre la actuación de nuestras tropas y su capitán eso es todo.

BOBADILLA: Tomad en cuenta, Majestad, que se trata de un extranjero… ¿Cómo sabemos que vela por los intereses de España y no intenta arrogarse el poder sobre nuestras tierras?


ISABEL: (A BOBADILLA) Vos, callaos, no es mi costumbre discutir con intrigantes. (A FERNANDO) Y a vos os respondo que una cosa es hacerse rendir cuentas y otra tomar por delincuente al que no ha tenido siquiera ocasión…

FERNANDO: Ocasión la tuvo y vos lo sabéis. En vuestro propio palacio corretean los niños hijos de las indígenas que fueron regaladas como ganado para pagar las deudas que vuestro almirante adquirió en nombre de la Corona. Los acreedores me han perseguido por las calles desnudos, para dar muestra de la pobreza en que han caído por prestarse a los manejos dolosos de un gobernador al que se le ha subido la gloria a la cabeza y que pide dinero continuamente… ¿No se suponía que era él quien nos llenaría de oro?

ISABEL: Ninguna de esas acusaciones se demuestran o se desmienten con grilletes, sino con preguntas. (SEÑALA A COLÓN) Así hacéis venir a rendir cuentas a quien puso dinero de su propio bolsillo para armar los bajeles con que la Corona  de España se ha bañado de gloria al conquistar territorios cien veces más grandes y más ricos que los que vos, con vuestras guerras fracasadas, no habéis sabido sojuzgar? ¿No se han rebelado los moros en las Alpujarras? ¿No padecéis de insomnio por el miedo que os infunde Luís XII de Francia?  ¿Por qué no acusáis también a Colón de ello?

(A BOBADILLA) ¡Exijo que se le ponga de inmediato en libertad y se le envíen dos mil escudos como muestra de nuestro arrepentimiento! Y vos: Sabed que también los que se dicen jueces serán llamados a juicio.

FERNANDO: Sea como queráis…siempre ha sido así. Obtenéis todo lo que queréis a cualquier precio, sea una guerra o un territorio o un hombre. ¡Haced con vuestro hombre lo que queráis!

ISABEL, APARTE, HACE MUECA AL PÚBLICO QUE ACUSA A FERNANDO DE CORNUDO.

MULTITUD CANTA:

Carnudo y apaleado
Mandadle, que baile,
Mandadle que baile

Carnudo y contento
Mandadlo al convento
Mandadlo al convento…

LOS SOLDADOS LIBERAN A COLÓN.


ESCENA 6. (CONT)

COLÓN: Pero eso ya pasó…fui liberado y me restituyeron mis prebendas, o parte de ellas…mientras Isabel vivió se cuidaron de no maltratarme demasiado…hasta Fernando me trató con cortesía… ¡El muy hipócrita! ¡Pensar que le puse su nombre al hijo de mi Beatriz!

¡Ah Beatriz!….Córdoba… ¡Qué tiempos!... Aún era un paria que recorría los rincones de la corte buscando audiencia y mendrugos… los chicos me tocaban la cabeza porque me creían un loco… ¡Beatriz! ¿Dónde estás ahora, Beatriz?

Ahora voy a morir y tú, india mía, tú, Guanahani, la de la Isla de las Iguanas,  eres la única de mis mujeres que se acerca para despedirme…dime… ¿Me llevas al paraíso o me regresas al infierno?

ESCENA 7.

LA HISPANIOLA. MISMO CUADRO DE ESCENA 5, PERO ESTA VEZ, GUERRA Y MASACRE QUE DURAN UN BUEN TIEMPO.


EN LENTA TRANSFORMACIÓN, CUANDO LA LUCHA CESA, UNA LUMINOSIDAD MÁGICA INUNDA LA ESCENA. EFECTO DE AMANECER.
MÚSICA TÉNUE Y ARMONIOSA.

EN PRIMER PLANO, COLÓN E ISABEL CONVERSAN.



ISABEL: ¿Y pondréis mi nombre a uno de los territorios que conquistéis?

COLÓN: La llamaré La Isabella, en vuestro honor.

ISABEL:  (IMAGINANDO) ¡Sois un soñador…! ¡No os atenéis a ninguna lógica!

COLÓN: Majestad: más  de siete años llevo esperando para que me recibáis y casi toda la vida intentando encontraros donde no estabais…os diré algo: Los sueños no tienen lógica. El que se guía por la lógica jamás realizará sus sueños.


VOZ OFF: “La Isla... es la más hermosa cosa del mundo...” 



ESCENA 8

RECEPCIÓN APOTEÓSICA DE COLÓN EN BARCELONA. TODA LA CORTE REUNIDA. COLÓN Y SU SÉQUITO TRAEN INDÍGENAS, LOROS, FRUTAS TROPICALES….

 VOZ OFF: “Estaban todos los árboles verdes y llenos de fruta, y las yervas todas floridas y muy altas, los caminos muy anchos y buenos; los ayres eran como en abril en Castilla; cantava el ruyseñor...
Era la mayor dulçura del mundo. Las noches cantavan algunos paraxitos suavemente, los grillos y ranas se oían muchas...” “Y los árboles de allí..., eran tan viciosos, que las hojas dexavan de ser verdes, y eran prietas de verdura. Esa cosa de maravilla ver aquellos valles, y los ríos, y buenas aguas, y las .tierras para pan, para ganados de toda suerte..., para güertas y para todas las cosas del mundo qu’el hombre sepa pedir...”).
“En toda esta comarca ay montañas altíssimas que parecen llegar al cielo..., y todas son verdes, llenas de arboledas, que es una cosa de maravilla. Entremedias d’ellas ay vegas muy graciosas...” (21 de diciembre).
“En el mundo creo no ay mejor gente ni mejor tierra. Ellos aman a sus próximos como a sí mismos, y tienen una habla la más dulce del mundo, y mansa, y siempre con risa...” (25 de diciembre de 1492).


ESCENA 9

LECHO DE MUERTE. COLÓN SOLO.

HOMBRE CONTEMPORÁNEO.
¿Entonces? ¿Tenéis algo que alegar?

MUJER CONTEMPORÁNEA.

Se te acaba el tiempo. Estamos a punto de zarpar.


COLÓN ESCRIBE.

COLÓN:

Queridos hijos Diego y Fernando.

Debo advertiros, y espero que esta carta llegue algún día a vuestras manos y tengáis la suficiente prudencia para que jamás llegue a otras, que de vuestro padre dirán toda clase de cosas, excepto la verdad.

Hay algo, sin embargo, que tratarán de no decir mucho, pero que es imposible desmentir. El mundo después de Colón es un nuevo mundo. Moriré en un mundo que no es el mismo en que nací: he cambiado el mundo. No me queda tiempo para falsas modestias y además la modestia es falsa casi siempre: cuando no es máscara de la cobardía es vanidad encubierta que  tan sólo se muestra para ser desmentida por los demás…

Procurad vosotros, y enseñadlo a vuestros hijos con la palabra y el ejemplo, encontrar vuestro propio Nuevo Mundo, y no os detengáis en ninguna consideración que os impida luchar y si hace falta morir por llegar a descubrirlo.

Nada será como imaginéis. Que esto no sirva sin embargo de excusa para que no lo intentéis.

El hombre nace para hacer historia, aunque la historia se vuelva siempre, tarde o temprano, contra él.

ENTRAN DOLIENTES, NOTARIO Y CURA DE LA ESCENA INICIAL.



VOZ OFF: Y expiró el 20 de mayo, día de La Ascensión,  del año 1506 en esta villa de Valladolid, diciendo estas palabras:

In manus tuas, Domine, commendo spiritum meum

En tus manos, Señor, Encomiendo mi espíritu.
       
TELÓN


© Pablo Brito Altamira 2005